Todos los días se imprimen millones de billetes en todo el mundo ¿Cuántos tienes tú? ¿Cómo sabes cuál es esa porción de dinero que te corresponde?
Comienza por ponerle precio a tu talento. Más allá del romanticismo que impone visiones poco realistas y que impulsan la mediocridad porque te dicen que no tienes que ser competitivo para ser valorado, ciertamente debes tener conciencia de que tú eres único, porque tienes una visión única y particular de ver el mundo y de reaccionar ante éste.
Veamos un caso: una mujer que tenía un trastorno obsesivo con el orden y la limpieza, hasta tal punto que su esposo la abandonó por esta causa. Esta mujer en lugar de dejar que el abatimiento consumiera su vida, convirtió esta condición en una fortaleza y creó una empresa de servicio que se ocupaba de desarmar tu closet, organizarlo y dejarlo funcional, limpio y muy ordenado. Servicio por el que logró cobrar muy buen dinero.
Sin importar cuál sea el talento que se te ha dado trabaja en desarrollarlo a plenitud, nada te hará más feliz y más próspero. Te aseguro que ningún millonario odia su trabajo, por el contrario, disfruta plenamente de lo que hace para ganarse la vida.